1.- Si quiere limpiar ventanas y paredes de vidrio, lo mejor es hacerlo con un papel periódico y no con un paño o papel absorbente, pues estos materiales pueden dejar pelusas en la superficie.
2.- Todas las ventanas de madera, estilo romanilla o macuto, pueden ser limpiadas con aerosoles multiusos, pues así se evita que el polvo se pegue.
3.- De otro lado, si las paredes del hogar están pintadas con productos indicados como “lavables”, esto no significa que sean resistentes a todo tipo de detergente. Usualmente el adjetivo “lavable” implica que a la pared se le puede pasar un trapo humedecido con agua, pero si tiene manchas de grasa u otras soluciones, hay que verificar en una porción pequeña de la superficie si la pintura no cambia de color al aplicarle agua y detergente. 4.- Hay que recordar el techo y el ángulo que se forman con la pared, ya que pueden ser el lugar donde habiten algunos insectos, como las arañas o mariposas. Para limpiarlas, solo bastará con pasar la escoba o la aspiradora y así evitará que al transcurrir el tiempo queden manchas o la pintura del techo pierda su color original.