El proceso de industrialización en la construcción fue la temática escogida para el último desayuno INMOMAT organizado por la Galería de Materiales del COAM el pasado jueves 15 de octubre.
Asistieron a la reunión Julián Franco (Julián Franco Arquitectos) y Javier de Andrés Vicente (Ayllón.Paradela.de Andrés), Arquitectos –ambos ganadores de Premios MATCOAM en ediciones anteriores–; Manuel Ramos, Director de Calidad y Medioambiente de Arpada; Lorena Alonso, Directora Técnica de Oficina Técnica de Avintia; Carlos Heijnen, Director de Producto e Innovación de Habitat Inmobiliaria; Mauricio Gómez, Director General de IDOM Centro-Sur; Enrique Sánchez-Vizcaíno, Prescripción Zona Centro de Saint-Gobain Placo; Pablo Maroto, Director de Marketing de KNAUF España; José María Rincón, Director Comercial de Shitecma; José Manuel González, Gerente de grandes cuentas de Euronit; José María Eizagaechevarría, Jefe de Ventas Madrid y Zona Centro de España de KEIM; Inés Gil-Casares, Directora de Gestión de Espacios del COAM; Noelia González y Álvaro Pardo, de la Galería de Materiales – MATCOAM.
Como plataforma de encuentro e intercambio de experiencias entre los distintos agentes del sector, en el marco de INMOMAT el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid programa encuentros temáticos donde analizar los temas más relevantes en torno al sector de la construcción y sus necesidades.
El sector de la construcción parte con retraso frente a la evolución de otros ámbitos, utilizando aún de forma corriente métodos de construcción obsoletos. La arquitectura debe dar un paso más, apostar firmemente por la innovación e igualar a otros sectores como la automoción impulsando procesos de industrialización. Existen avances en sector terciario que deben implementarse lo antes posible en obra residencial.
Para ello, es fundamental realizar una labor de pedagogía a distintas escalas que aborde a todos los agentes del sector constructivo: promotores, arquitectos, constructores, instaladores, comercializadores y, especialmente, el cliente final (entendiendo éste desde un amplio espectro de necesidades y posibilidades).
En el diseño, en la construcción, en la operación. La industrialización debe percibirse en todas sus fases con su gran abanico de ventajas y, en ningún caso, como una pérdida de calidad frente a sistemas tradicionales, suponiendo, de hecho, un proceso con un control de calidad y precisión mucho más exhaustivo. Una notable mejora en tiempos de ejecución, aumento de la eficiencia energética, reducción del impacto en el medio ambiente y minimización de los imprevistos en obra y sus consiguientes problemáticas compensan el —a priori— ligero incremento de presupuesto y la necesidad de mano de obra altamente especializada.
Los procesos industrializados requieren de un cambio de mentalidad. Deben diseñarse de forma global desde el inicio con un control total de cada componente —sirviéndose de herramientas integrales como la metodología BIM—, minimizando así el margen para la improvisación. Para el desarrollo de este proceso —en la actualidad, generalmente, podemos hablar de viviendas “semi industrializadas”— resulta fundamental la integración y trabajo coordinado entre los distintos agentes para alcanzar el desarrollo de sistemas industrializados, no solo productos, prestando atención a acciones como el reparto de responsabilidades, la paquetización (evitando el excedente o generación de residuos) o la coordinación dimensional.
El camino pasa por ir implementando soluciones industrializadas sobre los procesos de construcción tradicional, analizando hasta dónde se puede llegar. Un recorrido amplio en el que seguiremos ahondando, desarrollando cada aspecto del proceso operacional, en nuevos encuentros INMOMAT que se celebrarán próximamente.